Hola a tod@s, me gustaría compartir con vosotr@s uno de mis últimos trabajos de ilustración del Alma Animal.
Hace poco entregué la ilustración de Cani. Este es un
‘trabajo’ muy importante para mí porque me he implicado a niveles muy
profundos.
Cani cruzó el arcoíris hace poco tiempo, yo no llegué a conocerla
físicamente pero ya me ha dejado muchos recuerdos.
Cuando Mayo me pidió su ilustración enseguida lo tuve claro,
a mi mente llegó esa misma noche: “los ojos de Cani son los ojos de Mayo y los
ojos de Mayo son los ojos de Cani” Cani
me planteó muchos retos técnicos pero sobre todo me indujo a estudiar la técnica de los ojos.
Conforme trabajaba en ella me di cuenta que, efectivamente, Cani, era una perra pero también una
loba, era la libertad y la fuerza de un ser de luz encarnadas en una perra, eso me
transmitían sus imágenes y, conforme pasaba el tiempo, también me daba cuenta que así lo materializaba Mayo. En su centro de educación canina ella
se mueve, observa y siente cada movimiento
dentro de la manada, en los grupos de alumnos y en los perros en residencia. Ella
analiza y comprende todo lenguaje no verbal entre humanos y perros. Sus ojos
son de un azul muy profundo y un día, en sus pupilas, me pareció ver los ojos de
Cani, aquellos que me decía que los suyos y los de Mayo, eran en esencia los
mismos: los ojos de un lobo en toda su pureza.
Fue a través de Mayo que vi a Cani, fue a través de Cani que
sentí la pureza del lobo.
Gracias Mayo, gracias Cani.
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