viernes, 31 de julio de 2015

Sobre el sufrimiento de ver la muerte



Hola a tod@s, a raíz de la noticia del asesinato de Cecil el león, han habido muchas reacciones, y yo tampoco he sido indiferente. Me gustaría compartir con vosotr@s algunos de mis pensamientos sobre la muerte y el sentido del fracaso y el odio que creía ya había superado hace un tiempo.

En el tiempo q llevo colaborando con refugios de animales   he pasado por varias etapas, todas ellas relacionadas con el sufrimiento y cómo lo vivo.

Evidentemente comencé a unirme y colaborar cuando fui consciente de la injusticia a la que se veían sometidos los animales de la calle, lesionados, maltratados y sin una ley que los proteja de los humanos y de la muerte. Así les dábamos una oportunidad para estar cobijados, encontrarles familia y, en la medida de lo posible, un control veterinario y yo me sentía más tranquila.

Conforme nos íbamos encontrando casos más descarnados y de muertes por el camino porque no puedes llegar a tiempo vas sintiendo más y más rabia y rencor, hacia las personas y hacia las autoridades. Un gran quemazón en mi garganta y días de llanto hasta perder el norte. Desprendía un gran odio y unas palabras muy malas a cualquiera que sacara un tema de política, cultura, mascotas,....

Los vídeos más crudos y terribles sobre la realidad en las granjas, en las pieles, en el planeta, compartía absolutamente todo para remover conciencias.... La gente tenía  que ver el gran sufrimiento que padecían los pobres animales.

Cuando comencé a comunicar con animales, eran animales que vivían en familia, eran queridos, o bien animales silvestres, del monte...y pensé: "soy afortunada, de momento no me he cruzado con ningún animal torturado o abandonado"... Llegó el día en q me llamaron Kairo y Yulka, las belugas sobre las que escribí en el anterior post y, si leéis, me obligaron a ir más allá de mi propio sufrimiento para sacar el mensaje de vida que ellas traen al mundo. También llegó el día de comunicar con un animal abandonado por una dueña desequilibrada, y me sentía yo peor que él,  entendió su situación y la vivió como un juego desde el principio, sabía q otra familia iba a acogerlo y se adaptó maravillosamente.

Siguieron en mi camino más comunicaciones en las que el egoísmo de las personas perjudicaban física y emocionalmente a su animal y ellos siempre me hablaban de comprensión, siempre tranquilos  o al menos dispuestos a colaborar en su tratamiento una vez que entendían lo que les ocurría a las personas o animales de su alrededor. Realmente comprendí la bondad, la forma de estar en el ahora y el puro amor que no les permite juzgar si es justo o no lo que les pasa.

Pero en mi mente y en mis sueños seguía recordando a cada animal que no pude salvar, que murieron de las formas más indignas y del dolor que padecerían mientras nadie hacía nada para evitarlo.
En el código ético con el que me formé decimos que no llamamos a la comunicación a animales desencarnados, no porque no sea posible sino porque cuando un humano pide comunicar con su animal muerto es por beneficio de la persona y no del animal, los animales siempre están en luz, somos nosotros los q necesitamos quedarnos tranquilos y saber si hemos cumplido, si ellos sufren, tienen pena, etc.... Pero muchos animales desencarnados tienen mensajes que quieren dar a sus cuidadores y nos lo hacen saber y así procedemos, pero llamarlos por nuestro interés no lo hacemos.

Una noche, uno de esos seres de luz que no pude salvar y que me había guiado durante mis primeros pasos como terapeuta comunicadora, me hizo ver que no había sufrimiento en su vida, que se sentía en paz y, como yo seguía removida y sintiéndome sola en esta experiencia de pena me enviaron a Cielo, una gatita venida, como su nombre dice, del cielo. Ella llegó llena de alegría, tras una experiencia que cualquiera calificaría de horrible: abandonada a su suerte en plena lluvia y con un año aprox habiendo vivido en una casa. Ella apareció resfriada pero muy feliz, con la sensación de estar viviendo una aventura, como si nada de lo anterior hubiera importado, como si no registrara pasado alguno en ella, sólo venía dispuesta a dar abrazos, a ofrecer y a recibir todo el amor posible. Cielo es prácticamente igual en su pelaje, sus ojos....a la gatita que murió y que trabaja conmigo en sueños. No es ella, Cielo trae su misión de vida y no le debe nada a nadie, pero es la forma que el universo tiene de decir que los animales aceptan su misión de vida, y cuando se van de este plano, sean asesinados o tranquilamente con sus familias, siempre lo hacen en paz porque han vivido cada momento en el aquí, sin quedarse sufriendo en el dolor o la autocompasión.

Pienso, por mi experiencia, que las plataformas de acción  animalista son imprescindibles, y colaboro con ellas en el pasado y ahora, pero debemos hacer cada uno  un esfuerzo mental para no colapsar emocionalmente con tanto sufrimiento. Debemos convertir la injusticia y la impotencia en acción transformadora y creadora. No en la violencia y la cólera q nos remueve por dentro. Ser consciente también del mensaje de amor y de evolución que traen consigo es muy importante. Los animales no son solo esos seres que dan pena verlos tras las rejas de perreras, en plazas de toros, esperando en la cola del matadero, etc  Debemos aprender a ver las imágenes duras y violentas como un aprendizaje para actuar en positivo y  no sólo para despertarnos odio y violencia.Si el mensaje de evolución y de REconciliación llegara a las personas, no solo a través del colapso de imágenes violentas sino también a través de un conocimiento estructurado en mensajes educativos y saludables, quizás conseguiríamos no solo cambios legislativos como consiguen las, muy necesarias, plataformas animalistas sino cambios en conciencia vibracional dejando de lado los extremos (los abusadores Vs los sufrientes) para que haya un encuentro cada vez más gradual en la sociedad humana.

  Una maestra en comunicación me dijo una vez: "si una injusticia te hace llorar, convierte tus lagrimas en acción"

 Hablar de estar en paz ante una muerte, por injusta que sea, no quiere decir quedarse tranquilo o que no te afecte, quiere decir no caer en el ego del odio, del dolor, de la venganza...sino en reconocer la tristeza que sentimos y luego actuar para transformar nuestro entorno y crear justicia desde nuestros propios actos diarios hasta apoyando causas de grandes plataformas.

  Entiendo la necesidad de much@s animal communicator de comunicar con Cecil o con animales asesinados q salen en las noticias, pero pienso que el trabajo está aquí, allí ya no sufren, están en luz. Debemos poner nuestros esfuerzos en cómo nos sentimos y vivimos estos hechos, qué parte de nosotros individualmente y socialmente está removiendo este acto y qué logros se alcanzarán con un movimiento de acción constructiva.


Con todo mi corazón escribo estas lineas, esperando que sirva a alguien esto tan personal q comparto ya que el sufrimiento es algo que tod@s sentimos ante las injusticias.



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